El INE recordó que desde el año 1900, en todos los censos que realizaron en Bolivia, siempre se pidió el nombre y apellidos de los entrevistados, para registrarlos en el Cuestionario Censal, aclarando ante polémicas surgidas en redes sociales; al respecto, afirmó que se generó un “revuelo innecesario”.
“Si revisamos los Censos desde 1900, se ha pedido nombres y apellidos (…) y se ha mantenido el secreto estadístico y la confidencialidad. Como cualquier oficina de estadística, esto lo hacemos cumplir”, afirmó el jefe Nacional de Temática del INE, Iván Adalid Márquez Callisaya.
Márquez afirmó que el hecho de registrar nombres y apellidos es una práctica recurrente en países de la región, donde se realizan procesos censales similares, por ejemplo, Argentina, Brasil, Chile, República Dominicana y Venezuela, entre otros.
Por otra parte, Márquez brindó detalles sobre las características del cuestionario que se aplicará este sábado 23 de marzo, el cual contiene siete capítulos y 59 preguntas.
Detalló que el documento consta de 20 páginas, de las cuales tres están referidas al tema de vivienda y 16 páginas para registrar los datos de hasta ocho personas; está dividido en siete capítulos e incluye instrucciones generales para el Censista Voluntario.
“En las preguntas, hay flujos para que la entrevista sea más corta y que luego de una respuesta se pase a otra pregunta; también, hay cuadros de instrucción, que se añaden como ayuda al censista para que haga el registro o algunas recomendaciones”, explicó.
La entrevista durará entre 35 a 40 minutos por familia, y al menos 8 minutos por persona, luego, el Censista Voluntario guardará el cuestionario en la bolsa censal, que al final de la jornada será devuelta a su supervisor.