Quería ser sacerdote, denunció los abusos de «Pica» y lo castigaron

Bolivia, 7 de septiembre de 2025 – Eduardo llegó a la Compañía de Jesús con la ilusión de ser sacerdote, pero su sueño se vio truncado al ser víctima de abuso sexual por parte de Alfonso «Pica» Pedrajas Moreno, un jesuita denunciado por numerosos casos de abuso en Bolivia, principalmente en el internado Juan XXIII de Cochabamba.

Desde 1990, cuando tenía 18 años y recién ingresaba a la Compañía, Eduardo sufrió violencia sexual, un secreto que guardó durante años y cuyos abusos solo confió a su madre. Al denunciar a sus superiores, no recibió ayuda sino castigo, siendo excluido y postergado en su camino hacia la ordenación.

Su hermana Erika Montaño ha luchado incansablemente por justicia, enfrentando un silencio institucional que protegió al agresor y quebró su vida. La familia denunció que Pedrajas abusó de decenas de menores durante décadas, con conocimiento y ocultamiento por parte de altos cargos jesuitas.

El 2 de septiembre de 2025, dos exprovinciales jesuitas españoles fueron condenados a un año de cárcel por encubrir estos abusos, un hecho histórico para Bolivia que abre la puerta a nuevas investigaciones. Erika, presente en el juicio, afirmó que este fallo representa una reparación para todas las víctimas y un paso hacia el fin de la impunidad.

Este caso ha puesto en evidencia la profunda herida causada por el abuso sexual en instituciones religiosas y la necesidad de justicia para quienes confiaron y fueron traicionados.