Toronto, 6 de octubre de 2025 – Lawrence Campbell, un ciudadano canadiense, ganó 3,5 millones de dólares en la lotería Western Canada Lottery Corporation (WCLC), pero no pudo cobrar el premio personalmente por carecer de documentación válida. Confió el boleto ganador a su novia, Krystal McKay, quien reclamó el dinero en su nombre, con autorización de la entidad. Sin embargo, dos semanas después, la pareja se separó abruptamente, McKay bloqueó a Campbell y solicitó una orden de restricción contra él.
Campbell denunció ante tribunales lo que considera un robo y una traición emocional. “Confié en ella, jamás imaginé que me daría la espalda por dinero”, señaló. Además, demandó a la WCLC y a Manitoba Liquor and Lotteries por presunta negligencia, argumentando que debieron verificar su identidad antes de entregar el premio a otra persona.
Desde el lado contrario, McKay sostiene que la relación ya había terminado antes del cobro y que el dinero lo está utilizando para el bienestar de su familia. Su abogado niega actos ilícitos y afirma que simplemente decidió seguir adelante con su vida, actualmente en una nueva relación.
Una orden judicial ha congelado los movimientos en la cuenta bancaria donde fue depositado el premio hasta que se resuelva el litigio. El caso, que comenzó como un gesto de generosidad, se ha convertido en un escándalo legal que pone en evidencia los riesgos de no formalizar acuerdos al compartir premios millonarios.