Guatemala, 15 de octubre de 2025 – El gobierno de Guatemala ha reforzado la vigilancia en sus cárceles y en las fronteras con Honduras y México tras la fuga de 20 internos del grupo criminal Barrio 18, considerados de alta peligrosidad. La fuga ocurrió en la cárcel de máxima seguridad Fraijanes II, ubicada a unos 20 kilómetros de la ciudad, en un operativo que las autoridades consideran planificado, con posible apoyo interno y externo, incluyendo complicidades dentro del sistema penitenciario.
El ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, informó que la fuga fue detectada por unidades de inteligencia penitenciaria mediante verificaciones biométricas, aunque no especificó el momento exacto ni el día del incidente. La fuga provocó una crisis política y de seguridad, con múltiples operativos y una persecución masiva para recapturar a los prófugos. Hasta ahora, fue recapturado Byron Fajardo Revolorio, alias «Black Demon», condenado a 180 años por asesinato y otros delitos, quien fue encontrado en un operativo de búsqueda.
Las fugas, ocurridas en un contexto de aumento en la violencia y los enfrentamientos relacionados con las pandillas, han llevado a una llamada urgente por reformas estructurales en el sistema penitenciario, incluyendo videovigilancia 24 horas, monitoreo remoto y la construcción de una cárcel exclusiva para pandilleros con niveles de seguridad reforzados.
La comunidad internacional, particularmente Estados Unidos, ha expresado su preocupación y ha llamado a fortalecer las medidas para evitar que las organizaciones criminales operen con facilidad desde las cárceles. La fuga de estos internos ha desatado una crisis que pone en duda la seguridad y la eficacia del sistema penitenciario guatemalteco, además de tensar la relación del gobierno con la oposición y la sociedad civil.