Punata, 10 de octubre de 2025 – Sonia Rojas Jaldín, una mujer de 52 años que había perdido progresivamente la vista, fue hallada sin vida en su vivienda en la comunidad de Yacanahuyo, municipio de Punata, en el Valle Alto de Cochabamba. Su concubino, Gualberto D.V., fue imputado por feminicidio y se encuentra detenido en el penal de El Abra, tras ser acusado de asfixiarla y mantener su cuerpo encerrado durante al menos dos semanas.
El cuerpo de Sonia fue descubierto el martes 7 de octubre, tras un fuerte olor que alertó a los vecinos. La Policía forzó la puerta del inmueble y encontró el cadáver en avanzado estado de descomposición. El examen forense determinó que murió por “asfixia mecánica por estrangulamiento a mano”.
Según la Fiscalía de Cochabamba, Gualberto mantenía a Sonia encerrada con candado en una habitación en condiciones precarias, sin acceso a alimentos, agua ni aseo. A pesar de una denuncia previa por abandono, la situación empeoró. La víctima, quien tenía apenas un 5% de visión en un ojo, vivía aislada y sin contacto frecuente con su familia.
Constancia, su madre de 72 años, relató con tristeza que no sabía del sufrimiento de su hija. “Hace un tiempo la visité. Después, otro día volví, pero la casa estaba con candado. No pude entrar”, contó.
El caso, calificado como feminicidio, es el décimo registrado en Cochabamba en 2025. Gualberto se acogió al derecho al silencio, pero su acompañante declaró que notó que dejó de llevarle comida a Sonia días antes. La sentencia por feminicidio en Bolivia puede alcanzar hasta 30 años de prisión sin derecho a indulto